Problemas de próstata
El dolor de espalda en los hombres puede ser un signo de un problema grave en la próstata. La próstata es una glándula del tamaño de una nuez ubicada entre el pene y la vejiga.
Los exámenes de próstata de rutina son vitales, porque cuando aparecen síntomas como dolor de espalda debido a problemas de próstata, generalmente es después de que se formó y se propagó un cáncer.
Síntomas del cáncer de próstata
La mayoría de los hombres con cáncer de próstata no experimentan síntomas, especialmente en las primeras etapas. Los hombres pueden tener dificultad para orinar, pero esto también puede ocurrir en hombres sin cáncer de próstata.
Cuando el cáncer de próstata se propaga, casi siempre llega primero a los huesos. El dolor de espalda puede indicar que el cáncer se ha propagado a la columna vertebral. Estos huesos pueden debilitarse y colapsar, comprimiendo la médula espinal o las raíces nerviosas.
La compresión severa de las raíces nerviosas lumbares se conoce como síndrome de cauda equina. Los síntomas incluyen debilidad en las piernas y dificultad para caminar y controlar la vejiga o los intestinos. El dolor de espalda está presente de forma variable con esta condición.
El síndrome de cauda equina es una emergencia médica. Si cree que puede tener esto, busque ayuda de inmediato, o podría terminar con daño permanente de la médula espinal y parálisis.
Agrandamiento de la próstata
Una próstata agrandada es una condición común en hombres mayores. Suele ser inofensivo. Los síntomas generalmente involucran dificultad para orinar, pero generalmente no dolor de espalda.
Prostatitis
La prostatitis, o hinchazón de la glándula prostática, es otra condición inofensiva pero común de esta glándula. Sin embargo, a diferencia de la próstata agrandada, la prostatitis afecta a hombres de todas las edades.
Los síntomas incluyen dolor o ardor al orinar y dificultad para eyacular. También puede experimentar dolor en el área entre el escroto o el recto y la zona lumbar.
El tipo de prostatitis puede determinar el tipo de dolor que tiene. Por ejemplo, el dolor pélvico y lumbar y los músculos adoloridos ocurren con una infección de próstata aguda.
Con la prostatitis crónica, sus nervios se ven afectados. Esto puede conducir a un dolor persistente en el área pélvica.